descartaBLE

2006








El acto de simbolizar entranha dos dimensiones que el trabajo de Ivana Ferrer maneja con acierto. El primero tiene que ver con la naturaleza a la vez elocuente y enigmatica del simbolo. Elocuente porque el simbolo es una vestimenta seductora para las ideas que, de otra manera, podrian pasar inadvertidas o no tocarnos con la fuerza que deberian. Enigmatico porque, si bien seductoras, esas vestimentas nos atraen sin revelarnos con claridad lo que se esconde detras de ellas, obligandonos a buscar y descubrir. En el trabajo de Ivana, la comida, el acto mismo de comer, ha sido vehiculo tanto para comentarios acerca de nuestra identidad cultural como para poner de manifiesto nuestra relacion con el poder: en cada caso, el acto de comer, intimo, cercano, evidente era el territorio, la vestimenta, para el comentario de la artista.

Lo que encontramos en descartaBLE es un nuevo recurso a esa estrategia. Y esta es la segunda de las dimensiones del simbolo: una vez creados, estos cobran vida propia. No es posible detenerlos ya, no es posible acallarlos. Una vez erigido en simbolo, el comer y todo lo con el relacionado seguira simbolizando nuestra tradicion cultural, nuestras relaciones con el poder o, en el caso que aqui nos ocupa, su propia deshumanizacion. Porque asistimos aqui a la mise en place del escenario en el que el acto de alimentarse, que tan caramente hemos elevado de necesidad animal a ritual social, experiencia estetica y a espacio privilegiado para poner los afectos sobre la mesa, deviene en mero consumo, en transito sin sustancia mas alla de sus contenedores efimeros. Es como si en los objetos aqui representados se respirara la textura existencial del acto de comer pero desprovisto de todo lo importante. No hay comida aqui, ni comensales, solo un vacio de plastico y tecnopor. Y no estamos solamente ante objetos que se pueden descartar -que comodidad- sino ante un mundo pensado para ser desechado, que sabemos, de antemano, que va a serlo. Y en esa orbita, la del consumo por el consumo, la del transito sin sustancia que tinhe tan claramente al comer, empiezan a ingresar, si tan solo reflexionamos un poco, otras esferas de la vida: nuestra relacion con la informacion en el dia a dia de diarios y noticieros, nuestro trato con los demas, la consistencia del tiempo, el ocio, la experiencia misma. Y todo tan blanco...

Carlo Trivelli

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